Qué es el Food Cost: definición, cálculo y control
El food cost es uno de esos números que separa a los restaurantes que ganan dinero de los que solo sobreviven. Muchos hosteleros creen que, si el local está lleno, todo va bien. La realidad es otra: si tu food cost está fuera de control, puedes vender mucho y aún así perder dinero.
En Puro Hospitality, donde hemos trabajado con restaurantes que facturan desde 600.000 € al año hasta grupos con más de 4 millones en ventas, lo hemos visto en primera fila: italianos con un 27% de food cost funcionando como relojes, marisquerías rentables con un 39%, y locales llenos que, por no vigilar este indicador, perdían decenas de miles de euros cada ejercicio.
Según la National Restaurant Association (EE. UU.), el rango sano está entre el 28% y el 35%. Nuestra experiencia confirma que, si estás por encima sin justificación clara (como un concepto premium o marisquería), tienes un agujero en tu negocio.
¿Qué es el Food Cost en un restaurante?
El food cost es el porcentaje de tus ingresos que se va en ingredientes. Es la métrica que te dice si estás ganando dinero de verdad o solo tienes la ilusión de facturar mucho.
En términos simples: si vendes un plato por 15 € y los ingredientes te costaron 4,50 €, tu food cost para ese plato es del 30%.
Fórmula básica: Food Cost (%) = (Coste de ingredientes ÷ Ingresos por ventas) × 100
Lo que SÍ incluye:
- Toda la materia prima: carne, pescado, verduras, especias, aceite, vino para cocinar
- Todo lo que va directo al plato del cliente
Lo que NO incluye:
- Sueldos del personal
- Alquiler del local
- Electricidad, gas, agua
- Estos costes forman parte del prime cost, un indicador más amplio
¿Por qué es tan crítico? Porque es tu primer filtro de rentabilidad. Puedes tener el restaurante a reventar todos los días, hacer 100.000 € al mes, y aún así perder dinero si tu food cost está descontrolado.
La realidad brutal: Un restaurante con food cost del 45% necesita facturar casi el doble que uno con 30% para obtener el mismo beneficio.
Ejemplo visual:
- Restaurante A: 50.000 € ventas, 30% food cost = 35.000 € para cubrir gastos y beneficio
- Restaurante B: 50.000 € ventas, 45% food cost = 27.500 € para cubrir gastos y beneficio
El restaurante B necesita 8.000 € más de facturación solo para igualar al A. Esa es la diferencia entre sobrevivir y prosperar.
Cómo calcular el Food Cost paso a paso
El cálculo es más simple de lo que parece, pero requiere ser metódico:
1. Inventario inicial
Cuenta todo lo que tienes en almacén, cámara y cocina al empezar el período. Desde el último kilo de harina hasta la botella de aceite abierta.
2. Suma las compras del período
Todo lo que has comprado durante el mes: facturas de proveedores, compras de urgencia, ese salmón extra que pediste el sábado.
3. Resta el inventario final
Vuelve a contar todo lo que te queda al cerrar el mes. La diferencia es tu consumo real.
La fórmula en acción: Consumo real ÷ Ventas del período × 100 = Food Cost %
Ejemplo visual:
- Empiezas con 5.000 € en producto
- Compras 20.000 € durante el mes
- Te quedan 4.000 € al final
- Consumo real: 21.000 €
Si tus ventas fueron 60.000 €: (21.000 ÷ 60.000) × 100 = 35% Food Cost
Ejemplo práctico con un menú
Vamos a ver cómo funciona en un restaurante italiano real. Imagina que en octubre vendes:
Platos vendidos:
- 400 bruschettas a 6 € → coste unitario: 1,20 €
- 600 pastas de marisco a 14 € → coste unitario: 3,50 €
- 300 tartas de queso a 5 € → coste unitario: 1,80 €
Ingresos generados:
- Bruschettas: 400 × 6 € = 2.400 €
- Pastas: 600 × 14 € = 8.400 €
- Tartas: 300 × 5 € = 1.500 € Total ventas: 12.300 €
Costes de materia prima:
- Bruschettas: 400 × 1,20 € = 480 €
- Pastas: 600 × 3,50 € = 2.100 €
- Tartas: 300 × 1,80 € = 540 € Total costes: 3.120 €
Cálculo final: Food cost = (3.120 ÷ 12.300) × 100 = 25,3%
¿Qué significa este resultado? Excelente. En restaurantes italianos, donde pasta y pizza dominan la carta, un food cost entre 25-30% indica que el negocio está bien gestionado. La pasta tiene márgenes generosos que compensan platos más costosos como el marisco.
El detalle que marca la diferencia: cada plato contribuye de forma distinta al resultado final. La pasta, con margen del 75%, subsidia parcialmente el marisco, que tiene menor margen pero mayor ticket medio.
Food Cost real vs teórico
Aquí es donde separamos a los restaurantes rentables de los que solo aparentan serlo.
Food cost teórico: lo que debería costarte cada plato según tus recetas perfectas. Si tu pasta lleva exactamente 150g de espaguetis, 80g de gambas y 20ml de aceite, el coste teórico es matemático.
Food cost real: lo que realmente te está costando cuando haces inventarios y sumas facturas. Incluye todo: las gambas que se quedaron pegadas en la sartén, el aceite de más que echó el cocinero nuevo, la pasta que se pasó y hubo que tirar.
La diferencia que te quita el sueño
Si tu food cost teórico es 28% pero el real te sale 34%, estás regalando un 6% de tus ingresos todos los meses. En un restaurante que factura 50.000 € al mes, son 3.000 € que desaparecen sin que sepas dónde.
¿Cuánta diferencia es normal? La Cornell University, referencia mundial en gestión hotelera, establece que la diferencia no debería superar el 3-5%. Si tu desviación está en el 8-10%, tienes fugas importantes que localizar.
¿Dónde se va el dinero?
- Porciones más grandes de lo establecido
- Mermas no calculadas (el pescado pierde 25% al limpiarlo)
- Consumos internos no registrados
- Robos pequeños pero constantes
- Recetas desactualizadas con precios antiguos
La regla de oro: mide ambos cada mes. Si la brecha se amplía, actúa inmediatamente.
Cómo detectar y corregir esas desviaciones
-
Audita tus fichas técnicas cada trimestre → revisa que los precios de las materias primas estén actualizados.
-
Haz inventarios semanales → cuanto más frecuente, más fácil detectar fugas.
-
Cruza datos del TPV con los escandallos → si vendes 100 hamburguesas y falta carne para 120, hay un problema.
-
Analiza las mermas → calcula el peso neto real después de limpiar y cocinar.
Con este control, la diferencia entre lo que debería ser y lo que es se reduce drásticamente.
Estacionalidad de precios: el enemigo silencioso del Food Cost
El precio de materias primas fluctúa como las mareas, y si no lo anticipas, puede hundirte sin que te des cuenta. Un restaurante puede pasar de rentable a pérdidas solo por mantener la misma carta todo el año.
Ejemplos que duelen en la cuenta de resultados:
- Tomate: 0,80 €/kg en agosto, 2,50 €/kg en febrero. Tu ensalada caprese pasa de costar 1,20 € a 3,10 € sin cambiar el precio de venta.
- Lubina salvaje: 12 €/kg en octubre, 22 €/kg en Semana Santa. Tu plato estrella de repente tiene pérdidas.
- Cordero: precio normal 8 €/kg, 15 €/kg en Navidad. El cordero asado puede arruinar diciembre.
- Espárragos: 2 €/kg en mayo, 8 €/kg en noviembre.
La trampa más común: seguir vendiendo el mismo plato al mismo precio cuando el coste se ha triplicado.
Estrategias de supervivencia estacional
1. Carta trimestral inteligente No es capricho gastronómico, es supervivencia financiera. Introduce calabaza en otoño, alcachofas en primavera, gazpacho en verano. El cliente lo percibe como frescura, tú reduces costes.
2. Comunicación que vende En lugar de «hemos quitado el salmón», di «nuevo menú de temporada con productos de proximidad». El marketing correcto justifica cambios y mejora la percepción de calidad.
3. Proveedores con contratos inteligentes Negocia precios fijos para 3-6 meses en productos clave. Pierdes flexibilidad a la baja, pero evitas subidas que te maten el margen.
4. Productos de sustitución preparados Ten siempre alternativas de coste similar: dorada por lubina, ternera por cordero, tomate pera por tomate rama.
El coste de no hacer nada: hasta 8 puntos de food cost de diferencia entre temporada alta y baja en productos estacionales.
Caso práctico: 4.200 € ahorrados sin que el cliente lo note
En 2023, asesoramos a un restaurante de estilo mediterráneo que estaba en apuros. Su plato estrella, lubina a la sal, representaba el 25% de las ventas del mediodía, pero el precio había subido de 15 €/kg a 17,70 €/kg (+18%) justo en temporada alta.
El problema: El chef, orgulloso de su receta, se negaba a cambiar. «Es nuestro plato insignia», repetía mientras el food cost se disparaba al 41%.
La solución estratégica:
- Mediodía: Sustituimos lubina salvaje por dorada de acuicultura nacional (precio estable: 11 €/kg)
- Cena y fines de semana: Mantuvimos la lubina en carta premium con precio ajustado (+3 €)
- Comunicación clave: «Pescado fresco nacional del día» en lugar de especificar la especie
Los números que convencieron al chef:
- Ahorro mensual: 1.400 €
- Ahorro en trimestre de verano: 4.200 €
- Food cost bajó del 41% al 36%
- Cero quejas de clientes – muchos incluso preguntaron por «esa dorada tan buena»
¿El secreto? La explicación en sala. Los camareros vendían el cambio como «selección diaria del mercado según la mejor calidad del día», convirtiendo una decisión de costes en una ventaja gastronómica.
La lección: El cliente valora más la historia que le cuentas que el nombre específico del pescado que come.
Dato de impacto: En nuestros proyectos, una gestión inteligente de carta estacional reduce el food cost entre 2-4 puntos sin afectar la satisfacción del cliente.
¿Cuál es el Food Cost ideal?
No existe una cifra mágica universal. El food cost «correcto» depende de tu modelo de negocio, ubicación y posicionamiento. Pero sí hay rangos que funcionan:
Por tipo de restaurante:
- Tapas y casual dining: 28–32%
- La variedad compensa: platos baratos equilibran los costosos
- Restaurantes italianos: 25–30%
- La pasta y pizza tienen márgenes generosos que sostienen otros platos
- Marisquerías informales: 35–40%
- El marisco es caro, pero el cliente paga por la calidad del producto
- Alta cocina y fine dining: hasta 45% es aceptable
- Ingredientes premium justifican costes altos, el valor está en la experiencia
Factores que alteran estos rangos:
Ubicación premium (+2-3 puntos): Si pagas 8.000 € de alquiler mensual en primera línea de playa, puedes permitirte food cost más alto porque tu ticket medio es superior.
Modelo de negocio: Un restaurante de menú del día (12 €) debe estar en 25-28%, mientras que uno de carta (ticket medio 35 €) puede llegar al 32-35%.
Temporalidad: Los chiringuitos de verano pueden trabajar con 40% porque concentran beneficio en 4 meses.
La regla de oro práctica:
- Debajo del 25%: Revisa calidad – puede que estés recortando demasiado
- Entre 25-35%: Zona de confort para la mayoría de conceptos
- Por encima del 35%: Solo justificable en marisquerías o alta cocina
- Más del 40%: Tienes un problema grave, excepto en fine dining
Importante: Estos porcentajes son sobre ventas netas, sin IVA. Un food cost del 30% con IVA incluido se convierte en 33% sobre venta neta.
Errores más comunes que suben tu Food Cost
En nuestras auditorías encontramos los mismos patrones una y otra vez. Pequeños descuidos que, acumulados, pueden costarte decenas de miles de euros al año:
1. Recetas congeladas en el tiempo El queso mozzarella sube de 4,20 € a 4,60 €/kg (+10%) y nadie actualiza el escandallo. Resultado: cada pizza margherita regala 0,18 € al cliente. En un restaurante que vende 2.000 pizzas al mes, son 4.320 € anuales de regalo invisible.
2. Inventarios «a ojo de buen cubero» «Más o menos tengo 50 kg de pasta, 20 botellas de aceite…» Si no pesas y cuentas exactamente, tus cálculos de food cost son ciencia ficción. Error típico: ±15% en las cifras.
3. La sangría silenciosa de consumos internos Una cerveza para el camarero (2 €), un café para el repartidor (1,50 €), invitación a la mesa de amigos (25 €). Parece poco, pero suma 150-300 € mensuales que no aparecen en ventas pero sí en costes.
4. El espejismo de las mermas Compras lubina a 18 €/kg, pero tras quitar cabeza, espinas y vísceras, el rendimiento real es 65%. Tu coste real no es 18 €/kg, sino 27,70 €/kg. No calcularlo es autoengañarse.
5. El cocinero generoso La receta marca 150g de pasta, pero «para que quede bien» sirven 180-200g. En un mes pierdes 30 kg de pasta extra (60 € de coste directo). Multiplicado por todos los ingredientes, el sangrado es considerable.
6. Promociones suicidas «2×1 en pizzas los martes» suena atractivo, pero si tu pizza cuesta 4 € hacerla y la vendes a 12 €, el 2×1 te deja food cost del 66%. Mejor precio especial: pizza a 8 € = food cost 50% y mantienes margen.
7. El síndrome de «mientras tengamos clientes…» Creer que un restaurante lleno siempre da dinero. Falso. Puedes facturar 80.000 € con food cost del 45% y ganar menos que facturando 60.000 € con 30% de food cost.
La estadística que duele: Según Hostelería de España, el 70% de los restaurantes independientes no hace inventario mensual riguroso. Esa falta de control se traduce en pérdidas «invisibles» de entre 8.000-25.000 € anuales en un negocio medio.
El denominador común: todos estos errores son detectables y corregibles con sistemas básicos de control.
Estrategias para reducir tu Food Cost
Reducir food cost no significa servir menos o peor. Significa gestionar con inteligencia para maximizar cada euro que entra y sale de tu cocina.
1. Ingeniería de menús: psicología aplicada a la rentabilidad
Tu carta es una herramienta de ventas, no solo una lista de platos. Cada elemento debe estar estratégicamente colocado:
- Destaca los platos estrella con márgenes altos: usa recuadros, descripciones tentadoras, fotos atractivas
- Esconde o elimina los que no dan margen en la parte inferior o páginas interiores
- Guía la decisión con técnicas como el «menú de 3 opciones» (económica, intermedia, premium)
Caso real: En un restaurante de tapas en Madrid, simplemente cambiamos de posición las «croquetas caseras» (margen 78%) y las ubicamos en primer lugar de la sección. Además, mejoramos su receta reduciendo el jamón ibérico y aumentando la bechamel. Resultado: las croquetas pasaron de 8% a 30% del total de ventas (+22% en volumen) y el food cost general bajó 2 puntos.
2. Negociación inteligente con proveedores
No es guerra, es colaboración estratégica:
- Volumen por estabilidad: Compromete compras trimestrales a cambio de precios fijos
- Diversifica fuentes: Dos proveedores por categoría evitan dependencias peligrosas
- Sustituye sin que se note: Cambia aceite de marca por uno igual de calidad pero 20% más barato
Ejemplo concreto: Un cliente renegociar su aceite de oliva (consumo: 40 litros/mes) con contrato anual. Pasó de 6,50 €/litro a 5,70 €/litro. Ahorro anual: 384 € solo en aceite (12% menos).
3. Temporalidad como ventaja competitiva
Trabajar con el calendario, no contra él:
- Alcachofas frescas en marzo: 2,80 €/kg vs. 5,50 €/kg en agosto
- Caballa en verano: abundante y barata, perfecta para marinados
- Setas de temporada en otoño: percepción premium, coste bajo
La clave está en vender la temporalidad como exclusividad: «Menú de primavera con alcachofas de la huerta» suena mejor que «hemos quitado el salmón porque está caro».
4. Control milimétrico de mermas y porciones
Pesa todo: Una báscula digital de 50 € puede ahorrarte miles al año Estandariza: Recetas claras, con fotos, al lado de cada plancha Aprovecha restos: Recortes de verduras → caldos. Espinas de pescado → fumet. Pan del día anterior → picatostes
5. Tecnología que trabaja por ti
- TPV integrado: Vendes 100 hamburguesas → descuenta automáticamente carne, pan, queso del inventario
- Alertas inteligentes: Si el margen de un plato baja del 70%, aviso inmediato
- Inventarios digitales: Fotografía + código QR = control en tiempo real
El impacto real en tu cuenta corriente:
Un restaurante con 1M € de facturación anual que reduce su food cost del 35% al 30% obtiene 50.000 € adicionales de beneficio. Es como tener un empleado más trabajando gratis todo el año.
La mentalidad ganadora: No se trata de gastar menos, sino de invertir cada euro en lo que realmente genera valor para el cliente y margen para ti.
Como un solo plato puede hacerte ganas 9000 euros mas
En el centro de Málaga, un restaurante tradicional era famoso por sus ventas masivas de queso de cabra malagueño frito con mermelada. A pesar de estar siempre lleno, el dueño no entendía por qué su negocio no generaba más ganancias. El problema, como descubrimos, estaba en un simple detalle: la porción de queso.
El chef, con buena intención, añadía 30 gramos extra de este delicioso queso a cada plato. Lo que parecía un gesto de generosidad de solo 0,24 € por ración, se convertía en una sangría financiera cuando se multiplicaba por las más de 100 raciones vendidas al día.
El cálculo fue brutal:
- Pérdida diaria: 100 raciones x 0,24 € = 24 €
- Pérdida anual: 8.640 €
Con un simple ajuste de porción, el restaurante recuperó casi 9.000 € al año, sin que ningún cliente notara la diferencia en la calidad.
Este caso demuestra que, en la hostelería, la rentabilidad no está en los grandes cambios, sino en el control milimétrico de cada detalle. El food cost no es un número, es la diferencia entre un negocio que sobrevive y uno que prospera.
Herramientas para calcular el Food Cost
-
Excel / Google Sheets → gratis y suficiente para empezar.
-
Apps básicas → KitchenCut, MarketMan, SimpleOrder.
-
Software avanzado → G-Stock, Toast POS, Cookdata.
👉 Según la FAO, reducir desperdicios de alimentos es una de las formas más rápidas de mejorar rentabilidad y sostenibilidad. La tecnología ayuda a lograrlo.
En Puro Hospitality usamos estos sistemas en nuestros proyectos para que el hostelero tenga los números claros cada día.
Preguntas frecuentes sobre el Food Cost
¿Cuál es el food cost ideal?
Depende del tipo de restaurante, pero el rango más común es 25–35%.
¿Cada cuánto debo calcularlo?
Mínimo una vez al mes. Los más rentables lo revisan cada semana.
¿Qué diferencia hay entre food cost y prime cost?
-
Food cost = solo comida.
-
Prime cost = comida + bebida + personal.
¿Qué diferencia hay entre food cost y beverage cost?
El primero mide comida, el segundo bebidas. Ambos suman dentro del prime cost.
¿Qué diferencia hay entre food cost y gross profit?
El food cost mide lo que gastas. El gross profit (margen bruto) mide lo que te queda después de restar ese gasto a tus ventas.
¿Puedo bajar mi food cost sin subir precios?
Sí: ajustando gramajes, reduciendo mermas y negociando con proveedores. Subir precios es la última opción.
¿Cada cuánto debo revisar mis escandallos?
Lo recomendable es mínimo cada 3 meses, o antes si hay subida fuerte de algún producto clave.
¿Cómo afecta el desperdicio al food cost?
Todo lo que se tira cuenta como consumo aunque no se venda. Controlar desperdicio puede ahorrarte entre 2 y 5 puntos de food cost.
¿Cuál es la relación entre food cost y ticket medio?
Si subes el ticket medio (ej. con upselling o platos premium), tu food cost puede bajar en porcentaje aunque tus costes totales suban, porque vendes más valor por cliente.
¿Qué pasa si nunca calculo mi food cost?
Vuelas a ciegas. Puedes llenar el restaurante y aún así perder dinero.
¿Qué pasa si mi food cost es muy bajo?
Puede significar baja calidad. No es gastar poco, es gastar bien.
Conclusión
El food cost no es un número de Excel: es el espejo de tu rentabilidad.
Si no lo controlas, puedes estar trabajando mucho para ganar poco.
En Puro Hospitality hemos ayudado a restaurantes en Madrid, Sevilla, Baleares y la Costa del Sol a bajar su food cost hasta un 20% con sistemas de control real.
👉 Descarga nuestra plantilla gratuita y calcula tu food cost hoy mismo.
📩 O escríbenos a hello@purohospitality.com: en 30 minutos te diremos dónde puedes empezar a recuperar dinero.

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Cómo elegir el mejor TPV para restaurantes y maximizar tu rentabilidad
Elegir un TPV para restaurantes no es solo una decisión técnica. Es una decisión que impacta directamente en tu rentabilidad.
El problema es que la mayoría de restaurantes compran el sistema más caro, más moderno o más popular… y luego no saben cómo sacarle partido.
Un TPV no es una solución mágica.
Puede tener cientos de funciones, pero si lo usas solo para cobrar, lo estás infrautilizando gravemente.
En Puro Hospitality, consultores especializados en rentabilidad para restaurantes, lo vemos cada semana: TPVs infrautilizados, decisiones tomadas a ciegas y oportunidades perdidas por no conectar tecnología con estrategia.
En este artículo te explicamos cómo elegir un TPV para restaurantes que se adapte a tu modelo de negocio, qué errores evitar al implementarlo, y lo más importante:
cómo usarlo estratégicamente para aumentar tu ticket medio, controlar tus costes y tomar decisiones reales con datos.
Porque el TPV puede darte información.
Pero solo una estrategia bien planteada convierte esos datos en beneficios.
1. ¿Qué es un TPV y por qué no basta con “tener uno”?
Un TPV para restaurantes (Terminal Punto de Venta) es el software y hardware que te permite registrar ventas, cobrar, imprimir tickets y, según el caso, controlar cocina, escandallos, turnos, inventario, reservas o personal.
Pero aquí está el error más común:
Creer que tener un TPV ya es suficiente para profesionalizar la operación.
El 80 % de restaurantes lo usa solo para cobrar. Y entonces:
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No saben qué platos les dejan más margen
-
No analizan el rendimiento por franja horaria
-
No ajustan plantilla a la rotación real de mesas
-
No detectan pérdidas invisibles
El TPV debe ser una herramienta de gestión, no solo de cobro.
Si no extraes datos y no los usas, solo tienes una caja moderna con pantallita.
2. ¿Qué tipo de TPV necesitas tú?
No todos los restaurantes necesitan el mismo tipo de TPV para hostelería. El mejor TPV será siempre el que se adapte a tu modelo de negocio, tu volumen, tu operativa y tus objetivos. Aquí tienes una guía orientativa con ejemplos reales y utilizados en el sector:
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Para bares o locales con operativa sencilla, TPVs como Glop o Sighore ofrecen soluciones locales y económicas centradas en el control de caja, venta directa y funciones básicas.
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Para restaurantes independientes con cierta estructura operativa, destacan TPVs en la nube como Last.app, Revo o Agora.
Estos sistemas permiten gestionar escandallos, integrar sala y cocina, analizar ticket medio por franja horaria, controlar personal y acceder a toda la información desde cualquier dispositivo.-
Agora, en concreto, es una solución robusta que combina facilidad de uso con módulos avanzados para control de stock, cocina y analítica.
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Para negocios con foco en delivery o take away, es fundamental que el TPV se integre con sistemas como Deliverect, que centralizan pedidos de plataformas como Glovo, Uber Eats o Just Eat y los envían automáticamente a cocina y caja.
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Para grupos de restaurantes o multilocales, TPVs escalables como Tiller (parte de SumUp) permiten controlar múltiples locales, comparar datos cruzados, gestionar usuarios y mantener un BI unificado.
No hay un TPV perfecto para todos.
Pero sí hay uno perfecto para tu modelo operativo y tu forma de tomar decisiones.
3. Características clave que sí o sí debe tener tu TPV
Independientemente del tipo de restaurante, hay ciertas funciones que todo TPV profesional debería tener para ayudarte a ganar dinero, no solo a registrar ventas:
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✅ Control por productos y familias (entrantes, bebidas, postres…)
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✅ Gestión por turnos o franjas horarias
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✅ Integración con cocina (pantallas, impresoras por sección)
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✅ Gestión de personal y control de horas
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✅ Informes exportables en Excel o PDF
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✅ Acceso remoto y backups en la nube
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✅ Alertas de stock o ventas anómalas
Y sobre todo: que te permita cruzar datos para tomar decisiones.
No sirve que te diga que facturaste 20.000 € si no sabes con qué márgenes, ni en qué momentos vendiste más.
4. ¿Cómo saber si estás sacando partido a tu TPV?
Si respondes “NO” a más de dos de estas preguntas, estás perdiendo dinero:
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❌ ¿Sabes cuál es tu plato más rentable por hora del día?
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❌ ¿Tienes el escandallo de cada producto en el TPV?
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❌ ¿Tomas decisiones de personal basadas en rotación real?
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❌ ¿Puedes ver tu facturación por camarero, mesa y franja?
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❌ ¿Revisas semanalmente informes de rendimiento desde el TPV?
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❌ ¿Tienes alertas de productos mal vendidos o subcosteados?
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❌ ¿Sabes qué canal (sala, delivery, reservas) deja más margen?
5. Verdad incómoda
Puedes tener el TPV más completo del mercado…
Pero si no sabes leerlo, interpretarlo o convertir sus datos en decisiones, estás perdiendo dinero cada semana.
En PURO Hospitality lo hemos vivido en decenas de negocios:
-
Restaurantes que no cruzan ventas con inventario y compran mal
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Escandallos sin margen real, con platos rentables que generan pérdidas
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Camareros que aplican descuentos sin control ni trazabilidad
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Turnos inflados sin ninguna base de demanda real
Tienes el sistema. Pero no lo usas como una herramienta de rentabilidad operativa.
“Gracias a PURO, pasamos de solo cobrar a entender dónde ganábamos dinero. ¡Un cambio brutal!”
— Restaurante independiente en Valencia
6. Mantra PURO HOSPITALITY
«No necesitas más funciones. Necesitas más decisiones.»
Un TPV es solo una caja con pantalla…
hasta que alguien lo convierte en una fuente de poder estratégico.
🎯 ¿Y si pudieras sacarle el máximo partido sin cambiar de sistema?
Muchos restauradores nos dicen lo mismo:
“Tengo un TPV que me dijeron que lo hacía todo… pero sigo sin saber si gano o pierdo con cada plato.”
La realidad es que en la mayoría de los casos, el problema no es el TPV.
Es que nunca hubo una estrategia real para usarlo con inteligencia.
Por eso en PURO ofrecemos una mentoría gratuita, donde revisamos contigo:
-
Si el TPV que usas está alineado con tu tipo de operación
-
Qué indicadores deberías estar mirando cada semana
-
Qué funciones mínimas deberías tener activas
-
Y si realmente necesitas un cambio… o solo una nueva estrategia
📩 Solicita aquí tu sesión gratuita y empieza a tomar decisiones con datos.
7. El error más caro: usarlo solo para cobrar
Tener un TPV y no usarlo bien es como comprar un coche y no pasar de segunda marcha.
Pagas mantenimiento, gasolina, impuestos… pero no llegas a ningún sitio.
Muchos restaurantes usan su TPV como si fuera solo una caja registradora:
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Cobran
-
Cierran caja
-
Imprimen el Z al final del día
-
Y ya
Pero no lo conectan a escandallos.
No lo cruzan con personal.
No lo vinculan a inventario.
No lo revisan por franjas.
Y ese mal uso cuesta miles de euros al año.
8. ¿Y con qué debería integrarse tu TPV?
Aunque estas herramientas no son TPVs, sí son fundamentales para sacarle el máximo rendimiento a tu sistema de punto de venta. Un buen TPV debe integrarse con ellas para que todo tu ecosistema digital funcione como un reloj:
-
Deliverect: integrador de plataformas de delivery (Glovo, Uber Eats, Just Eat), que centraliza pedidos y los envía automáticamente a cocina y TPV.
-
CoverManager, TheFork Manager o Restoo: plataformas de gestión de reservas y visibilidad online. Te ayudan a controlar la ocupación, mejorar la conversión de reservas y captar nuevos clientes.
-
Gstock, Bdp, u otros softwares de escandallo, compras e inventario: permiten conectar la venta con el control real de costes.
-
CRM y programas de fidelización: si los conectas a tu TPV, puedes segmentar por consumo real y generar campañas efectivas.
Un TPV que no se conecta con el resto de tu operación es solo una caja bonita.
El poder está en los datos cruzados.
Conclusión
El TPV para restaurantes no debería ser una simple caja para cobrar.
Debería ser el corazón operativo del restaurante.
Y si lo sabes configurar y usar bien, puede marcar la diferencia entre sobrevivir o escalar tu negocio.
La tecnología está. Los datos también.
Lo que falta muchas veces es la estrategia para usarlos con sentido.
Y ahí es donde empezamos en PURO.
¿Listo para transformar tu TPV en una máquina de rentabilidad?
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No vendemos software. Te enseñamos a tomar decisiones con los datos que ya tienes.
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Control de Costes en Restaurantes: La Guía Definitiva
Introducción: El control de costes no empieza en el Excel, sino en la cocina
¿Por qué hay restaurantes llenos que apenas generan beneficios? ¿Por qué muchos negocios con buena ubicación, personal cualificado y una carta atractiva no logran consolidar su rentabilidad? La respuesta suele estar en un punto clave de la gestión: la falta de un control de costes real y profesional.
Hablar de control de costes en restaurantes no significa reducir raciones ni abaratar ingredientes. Significa tomar decisiones informadas, estructurar procesos eficientes y alinear cada área operativa con la rentabilidad del negocio. No se trata de gastar menos sin criterio, sino de saber cuánto cuesta cada acción, cada plato, cada decisión del día a día, y optimizar los recursos disponibles sin sacrificar calidad.
El control de costes es mucho más que un escandallo. Implica dominar variables como:
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El coste real de cada elaboración, incluyendo mermas y manipulaciones
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El rendimiento del personal en función de la carga de trabajo
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La gestión de inventario y compras alineadas con la demanda
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La fijación de precios basada en márgenes, no en competencia
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La estandarización de procesos para reducir errores y pérdidas invisibles
En esta guía encontrarás un enfoque integral, aplicable tanto a restaurantes independientes como a grupos hosteleros que buscan profesionalizar su gestión. Vamos a desmontar los errores más comunes, a estructurar los pilares del control de costes eficiente, y a mostrarte cómo puedes mejorar la rentabilidad de tu restaurante sin comprometer la experiencia del cliente.
Si alguna vez te has preguntado cómo controlar los costes en restaurantes sin perder calidad, esta guía es para ti.
2. Errores típicos que están hundiendo tu rentabilidad
La mayoría de los restaurantes que no logran consolidar su rentabilidad no tienen un problema de producto ni de concepto, sino de gestión de costes mal enfocada. Y no es por falta de intención, sino por caer en prácticas habituales que parecen “normales” pero que comprometen, día tras día, el margen del negocio.
Aquí desglosamos los errores más frecuentes que impiden un control de costes real, tanto en cocina como en sala y gestión:
Fijarse solo en el coste del producto
Uno de los errores más extendidos es evaluar los costes únicamente en función del precio de los ingredientes. Pero el verdadero coste de un plato incluye también la manipulación, el desperdicio, el tiempo del personal, la energía utilizada y el impacto de una mala conservación. Controlar costes va más allá de negociar céntimos con el proveedor.
No tener escandallos completos ni actualizados
Un escandallo mal hecho o desactualizado es igual que no tenerlo. Muchos restaurantes operan sin fichas técnicas completas, o las dejan olvidadas tras la apertura. Sin escandallos actualizados con precios reales, gramajes y rendimientos, no hay manera de conocer el food cost real y tomar decisiones estratégicas.
Desconocer mermas y desperdicios reales
¿Sabes cuánta materia prima tiras cada semana? ¿Cuántos litros se pierden por derrames, errores o caducidades? La mayoría de las pérdidas no se ven en caja, pero están ahí. El desperdicio invisible —en cocina y en sala— puede representar entre un 5% y un 12% del coste mensual si no se controla.
Comprar por impulso y no por previsión
Comprar sin analizar el histórico de ventas o sin revisar el inventario es una receta segura para el sobrestock, la caducidad y el desperdicio. Sin una planificación basada en la previsión de ventas y el consumo real, las compras se convierten en una fuente constante de pérdida de margen.
No controlar turnos ni productividad del personal
Tener un buen equipo no justifica tenerlo mal planificado. Si hay más personal del necesario en horas valle, estás pagando para no producir. Si no hay protocolos claros de producción, mise en place o servicio, cada turno opera según la intuición y eso genera ineficiencias operativas invisibles pero constantes.
Usar precios sin relación con el margen real
Fijar precios en función de la competencia o de “lo que parece razonable” es uno de los errores más costosos. Sin conocer el escandallo, el margen bruto y el volumen de venta por plato, no se puede saber si el precio está generando rentabilidad o perdiéndola.
No tener herramientas ni sistemas de control
Gestionar un restaurante con papeles sueltos, sin datos unificados y sin herramientas adecuadas, convierte la operación diaria en un acto de fe. El control de costes necesita sistemas de inventario, escandallos, BI y seguimiento semanal, no intuiciones ni hojas sueltas que nadie actualiza.
Sin un control de costes en restaurantes bien estructurado, estos errores se repiten sin que nadie los detecte hasta que el margen desaparece.
3. Modelo PURO: cómo abordamos el control de costes en restaurantes
En Puro Hospitality entendemos que el control de costes no es una herramienta aislada, sino una forma de trabajar, pensar y estructurar cada decisión dentro del restaurante. No creemos en modelos que se basan en recortes sin criterio o en plantillas genéricas que no tienen en cuenta la realidad operativa. Por eso, abordamos el control de costes como parte central de un sistema más amplio de gestión estratégica y operativa.
El control de costes en restaurantes como parte de un modelo de dirección real
Para nosotros, controlar los costes implica entender la relación entre lo que ocurre en cocina, lo que pasa en sala y lo que se decide desde la gestión. No es una cuestión contable, es una disciplina de dirección. Cada plato que se sirve, cada hora que se trabaja y cada euro que se invierte tiene impacto directo en el margen. Y ese impacto debe medirse, analizarse y optimizarse.
Aquí no se trata de recortar sin sentido, sino de controlar sin perder esencia. Un restaurante puede ser creativo, emocional y hospitalario sin dejar de ser rentable. Lo que diferencia a los negocios sostenibles de los que sobreviven al límite no es el talento, es el sistema.
F.O.G.S.E.M.® y G.R.A.C.E.®: estructura interna y propuesta de valor
Nuestra visión del control de costes se integra en dos metodologías clave:
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F.O.G.S.E.M.® (modelo interno de dirección): el control de costes se trabaja de forma transversal en tres áreas del modelo:
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G – Gestión & Rentabilidad
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E – Ejecución & Procesos
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M – Métricas & Data
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G.R.A.C.E.® (modelo comercial): aquí, el control de costes es uno de los pilares que atraviesa todo el sistema de trabajo, especialmente en:
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Analytics: análisis de escandallos, márgenes, inventario, KPIs
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Execution: control operativo, planificación de turnos, procesos
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Revenue: ingeniería de menús, precios estratégicos, rentabilidad por franja
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Ambos modelos coinciden en una idea central:
El control de costes no es un departamento, es una consecuencia de cómo está diseñado y ejecutado tu restaurante.
Nuestra fórmula de trabajo: tres ejes clave
En todos los proyectos de consultoría que desarrollamos, el control de costes se construye sobre tres pilares:
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Eficiencia operativa
Reducir lo innecesario sin afectar lo esencial. Turnos, mise en place, protocolos y tiempos bien definidos. -
Margen por plato, no por volumen
No se trata de vender más, sino de vender mejor. Identificar qué platos sostienen la rentabilidad y cómo reforzarlos. -
Control en tiempo real
Semanas, no meses. Un control de costes eficaz se basa en datos actualizados constantemente. Inventarios semanales, escandallos vivos, y decisiones ágiles.
Este es el enfoque que aplicamos en todos los restaurantes que asesoramos: práctico, profundo, realista y centrado en la mejora sostenible.
4. Escandallos y Fichas Técnicas: La Base del Control de Costes en Restaurantes
El escandallo no es una formalidad ni un archivo de apertura que se queda en el cajón. Es la columna vertebral del control de costes en restaurantes. Sin escandallos bien hechos y actualizados, no se puede hablar de food cost real, ni de margen por plato, ni de pricing estratégico.
Qué es un escandallo (y qué no es)
Un escandallo es el desglose detallado del coste de cada plato de la carta. Incluye la cantidad exacta de cada ingrediente, su precio unitario, las mermas previstas, las unidades de venta y el coste total por ración. Es una herramienta técnica, no una estimación aproximada.
Lo que no es un escandallo:
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Una receta genérica sin cantidades
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Una ficha sin precios actualizados
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Un documento sin control de mermas
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Un Excel que nadie revisa desde hace un año
Un escandallo bien construido es un instrumento vivo, que permite tomar decisiones con base en datos reales, no en intuiciones.
Cómo hacer un escandallo paso a paso
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Define la ficha técnica del plato
Ingredientes exactos, unidades de medida claras (g, ml, unidades), y cantidad por ración. -
Calcula el precio unitario de cada ingrediente
Basado en el último precio de compra. Si varía con frecuencia, usa un promedio trimestral. -
Aplica el porcentaje de merma
Por cocción, manipulación o limpieza. Puedes usar tablas estándar o datos reales del restaurante. -
Obtén el coste neto por ingrediente y súmalo todo
Eso te dará el coste total por ración. -
Calcula el margen bruto
Precio de venta – coste por ración = margen por plato. Aquí empieza el control real de tu carta. -
Incluye una columna para alérgenos y manipulaciones
Esto ayuda a estandarizar la producción y el servicio, reduciendo errores operativos y legales.
Herramientas recomendadas
No necesitas un software complejo para empezar, pero sí necesitas rigor. Puedes trabajar con:
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Excel: plantilla personalizada y protegida
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Google Sheets: ideal para equipos que colaboran online
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Software especializado: Gstock, Revo XEF, Storyous, etc.
Lo importante es que el sistema esté vivo. Un escandallo sin seguimiento no sirve. Y una ficha que no controla los cambios de precio del proveedor te da una foto estática de una película que cambia cada semana.
Control por raciones y control cruzado con sala
El escandallo no solo es útil en cocina. También debe utilizarse como herramienta de control entre áreas:
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Si el escandallo dice que un plato da 12 raciones y el stock se agota tras 8 ventas, algo está fallando.
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Si la bebida escandallada no coincide con lo que se consume según el POS, puede haber errores o pérdidas invisibles.
El escandallo es la base, pero su verdadero valor aparece cuando se cruza con la operación diaria.
5. Procesos operativos que controlan costes sin que te des cuenta
Muchos restaurantes buscan controlar costes revisando facturas o renegociando con proveedores, pero descuidan el terreno donde realmente se gana o se pierde rentabilidad: la operativa diaria. Cada movimiento en cocina o sala tiene un impacto directo en el margen. El problema es que la mayoría de esos movimientos no se contabilizan… pero sí se pagan.
. A continuación, desglosamos los procesos clave que influyen directamente en el control de costes en restaurantes.
Turnos y planificación del personal
El coste de personal es uno de los componentes más relevantes del gasto operativo. Tener camareros o cocineros “de más” en horas de baja actividad es un coste oculto que se repite cada semana. La clave no es recortar horas, sino planificar en función de la previsión de ventas, no de la costumbre.
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Escalonar turnos según franja horaria real de demanda
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Reducir horas muertas sin comprometer el servicio
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Analizar productividad por hora y por puesto
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Vincular turnos a ratios de venta (€/hora/trabajador)
Una buena planificación no solo ahorra dinero, sino que mejora el rendimiento, el clima laboral y la experiencia del cliente.
Mise en place y producción diaria
Una mise en place mal estructurada genera sobreproducción, desperdicio y tiempos muertos. Cada hora de trabajo que no produce valor directo es un coste innecesario.
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Establecer producciones mínimas por día, no por volumen
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Estandarizar porciones y procesos de preparación
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Coordinar cocina y sala para evitar duplicidades
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Documentar la producción para detectar errores recurrentes
Un sistema de producción eficiente se ajusta a la demanda real y permite anticipar necesidades sin exceso ni carencias.
Conservación, etiquetado y control FIFO
El 30% de las mermas evitables en cocina provienen de una mala conservación o rotación de productos. Mantener el orden, la trazabilidad y los controles de higiene no es solo un requisito sanitario: es una herramienta de rentabilidad.
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Sistema FIFO (First In, First Out) en seco, frío y congelado
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Etiquetado con fechas de apertura y caducidad
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Control de temperaturas diario
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Supervisión de pérdidas por oxidación, contaminación o manipulación
Un frigorífico mal organizado puede costarte más al mes que una subida de precios del proveedor.
Control operativo en sala: bebidas, roturas y derrames
La sala también influye directamente en el control de costes. Las pérdidas por roturas, derrames, mal uso de bebida o errores en la toma de pedidos afectan tanto al margen como al inventario.
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Formación constante en vertido correcto y dosificación
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Supervisión de consumos reales vs. POS
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Establecer protocolos para incidencias y roturas
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Control cruzado entre sala y cocina para alinear inventario y ventas
Reducir un 5% de pérdidas en bebidas puede suponer miles de euros al año. Pero para lograrlo, hace falta seguimiento y cultura de control.
6. Compras, proveedores y previsión de demanda
Controlar los costes en un restaurante no se limita a revisar el precio de compra. Un proveedor más barato no te garantiza una mayor rentabilidad si compras de forma desordenada, sin planificación o sin vincular las compras al consumo real. En esta parte del proceso, el objetivo no es pagar menos, sino comprar mejor.
Planificar las compras según la previsión de ventas
Uno de los errores más habituales es comprar por impulso o por rutina. Cuando las compras no están conectadas con la demanda real, los riesgos se multiplican: sobrestock, caducidad, desperdicio, falta de rotación o incluso ruptura de stock en pleno servicio.
El primer paso hacia un control de costes eficaz es implementar un sistema de previsión semanal basada en ventas reales, ajustada a la estacionalidad, la ocupación esperada y los hábitos de consumo por franja horaria.
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Analizar histórico de ventas por plato y por día
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Ajustar compras a mise en place real prevista
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Establecer máximos y mínimos de stock por categoría
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Evitar “llenar cámaras” sin necesidad
El objetivo no es llenar el almacén, sino mantenerlo en movimiento, con el producto justo y con el control absoluto de lo que entra y sale.
Consolidar pedidos y controlar frecuencia de compra
Cuanto más compras, más pierdes. Cada visita del proveedor implica una oportunidad de desorden: entradas mal registradas, cambios de producto, errores en el etiquetado. Consolidar pedidos ayuda a reducir el caos operativo y a mejorar la trazabilidad de la materia prima.
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Agrupar compras por semana en lugar de diarias (cuando es viable)
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Establecer calendario fijo de recepción y control
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Revisar los precios unitarios semanalmente (sobre todo en frescos)
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Exigir albaranes detallados y verificar cantidades en recepción
Esto no solo mejora el control de inventario, sino que optimiza el tiempo del personal encargado de cocina o gestión.
Seleccionar y evaluar proveedores estratégicamente
No todos los proveedores son iguales. Tener varios proveedores sin un sistema claro de evaluación puede generar diferencias de calidad, rupturas de producto y sobrecostes logísticos.
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Elegir proveedores por calidad, cumplimiento y condiciones, no solo por precio
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Auditar cada proveedor periódicamente: entregas, pesos, calidad
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Establecer contratos claros, precios pactados y penalizaciones si es necesario
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Evitar proveedores “comodín” sin trazabilidad
Un proveedor no es un socio comercial, es una extensión de tu operación. Y debe alinearse con tu sistema de costes, no desestabilizarlo.
Control de recepción y validación de producto
Todo el trabajo de escandallos, pricing y previsión se pierde si los productos no se reciben correctamente. La puerta de entrada del restaurante es también una puerta de fuga de dinero si no hay control.
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Registrar cada recepción en tiempo real
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Verificar precios, pesos y calidad
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Validar lote, caducidad y etiquetado
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Supervisar entradas por persona independiente a quien hace el pedido
Este paso, muchas veces subestimado, es fundamental para mantener la coherencia entre lo planificado y lo ejecutado.
Sin una planificación de compras vinculada a la demanda real, es imposible implementar un control de costes en restaurantes que sea eficaz.
7. Precios, margen y rentabilidad
Una de las formas más directas de impactar en la rentabilidad de un restaurante es a través de una fijación de precios estratégica. Sin embargo, muchos negocios fijan sus precios por intuición, por comparación con la competencia o —peor aún— por miedo a “espantar” al cliente. El problema es que, sin un análisis real del margen, puedes estar vendiendo platos que te hacen perder dinero, incluso cuando tienes el restaurante lleno.
Controlar los costes en un restaurante implica también vender con inteligencia, no solo comprar bien o producir con eficiencia.
Ingeniería de menús: vendes lo que comunicas, no lo que cocinas
La ingeniería de menús es una herramienta que cruza dos variables: popularidad y rentabilidad por plato. Con esta matriz puedes clasificar cada plato en cuatro categorías:
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Estrella: alta rentabilidad y alta demanda → céntralos en la comunicación.
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Vaca lechera: baja rentabilidad pero alta demanda → analízalos para mejorar el margen sin perder ventas.
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Perro: baja rentabilidad y baja demanda → candidato a salir de la carta.
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Reto: alta rentabilidad pero baja venta → trabaja su visibilidad en sala y carta.
Este análisis no es decorativo. Te permite decidir qué empujar, qué reformular y qué eliminar. Una carta bien gestionada puede mejorar tu margen bruto entre un 10% y un 20% sin cambiar los ingredientes.
¿Estás vendiendo por debajo de tu coste?
Este es un error más común de lo que parece. Si no tienes escandallos actualizados, puedes estar vendiendo platos con costes ocultos que reducen tu margen hasta el punto de que el plato pierde dinero. Por ejemplo:
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Subió el precio del queso o el aceite y no lo actualizaste.
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Hay una merma real que no se contempla.
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La manipulación del plato requiere más tiempo del previsto.
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El tamaño de la ración ha aumentado con el tiempo sin que nadie lo haya medido.
Controlar tu food cost y fijar precios con datos es la única forma de garantizar que cada venta sume y no restar, ademas es esencial para cualquier estrategia seria de control de costes en restaurantes.
Cómo ajustar precios sin perder clientes
Subir precios no significa perder clientela si lo haces con estrategia. Hay varias formas de mejorar el margen sin cambiar el precio final:
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Rediseñar platos para reducir ingredientes caros y reforzar los rentables.
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Optimizar gramajes sin afectar la percepción del comensal.
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Crear upsells inteligentes (acompañamientos, maridajes, especiales).
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Aumentar valor percibido con narrativa, presentación y servicio.
El cliente no compra el coste de un plato, compra la experiencia completa. Tu trabajo es asegurarte de que esa experiencia es rentable.
Pricing dinámico y adaptación a franjas horarias
En algunos modelos de negocio, especialmente en zonas turísticas o con alta rotación, se pueden aplicar estrategias de precio dinámico: ajustar precios, promociones o formatos según el momento del día, el día de la semana o la estacionalidad.
Esto no siempre implica descuentos. Puede significar:
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Crear menús rentables en horario de baja demanda.
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Incentivar tickets medios más altos en horas valle.
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Ajustar oferta para mejorar el margen según la ocupación esperada.
No se trata de vender más, sino de sacar más rendimiento por cada venta, ajustando la oferta a tu operativa y a tu estructura de costes.
8. Control de inventario profesional (y no traumático)
El inventario es probablemente una de las tareas más postergadas y menos comprendidas dentro de la gestión de un restaurante. Muchos propietarios y chefs lo ven como un trámite incómodo, una pérdida de tiempo o algo que “ya se ve a ojo”. Pero lo cierto es que sin un buen control de inventario, todo el sistema de control de costes se tambalea.
El inventario no es solo saber lo que tienes almacenado: es una herramienta directa para detectar fugas, validar escandallos, controlar mermas y ajustar compras. Y cuando se convierte en una rutina bien integrada, deja de ser una carga para convertirse en un aliado estratégico.
Por qué hacer inventarios semanales (y no solo mensuales)
Un inventario mensual es útil para hacer balances generales, pero es demasiado lento para tomar decisiones operativas. Si quieres detectar pérdidas, corregir desviaciones o ajustar pedidos de manera efectiva, necesitas inventarios semanales.
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Te permiten controlar qué productos se están yendo más rápido de lo previsto
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Ayudan a verificar si los escandallos están siendo respetados en cocina
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Sirven para cruzar datos con ventas y compras reales
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Detectan incoherencias o posibles errores antes de que se acumulen
Un control semanal puede reducir en un 30% los errores acumulados en un mes.
Cómo estructurar un sistema de inventario funcional
Un buen inventario tiene que ser ágil, preciso y fácil de mantener. La clave está en la estandarización:
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Clasifica los productos por categorías (seco, frío, congelado, bebidas, limpieza…)
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Usa siempre las mismas unidades de medida por producto (kg, l, unidades)
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Trabaja con fichas fijas que se actualicen solo en caso de alta/baja de producto
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Incluye precios unitarios actualizados para calcular el valor total de stock
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Revisa el stock inicial y final de cada semana
Si este sistema se implementa bien, en menos de 30 minutos a la semana puedes tener un control real de tu almacén.
Inventario cruzado: la verdadera validación del control
Una vez que el inventario está en marcha, puedes cruzarlo con:
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Las ventas (por POS o escandallos)
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Las compras (por proveedor)
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La producción o mise en place semanal
Este cruce te permite saber:
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Si los productos se usan como estaba previsto
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Si hay pérdidas ocultas
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Si algún plato no está respetando su escandallo
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Si hay desviaciones entre lo que debería haber y lo que realmente hay
Aquí es donde el inventario se convierte en una herramienta de gestión, no en una foto estática del almacén.
Herramientas para digitalizar el control de inventario
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Excel/Google Sheets (si se trabaja con método y consistencia)
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Gstock (especializado en hostelería, ideal para integración con escandallos)
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Revo XEF, Storyous, Last.app (algunos incluyen módulos de stock conectados a ventas)
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Power BI + Excel (para restaurantes con estructura de datos más avanzada)
La herramienta no es lo importante: lo importante es que el sistema se aplique de forma constante y con datos fiables. Si el inventario está mal hecho o desactualizado, no solo pierde valor… puede incluso generar decisiones erróneas.
El inventario semanal es una herramienta operativa fundamental para consolidar un control de costes en restaurantes real y actualizado.
9. Analítica y Business Intelligence: de los datos al control estratégico
Uno de los mayores errores en la gestión de costes en restaurantes es contar con escandallos, inventarios o registros… y no hacer nada útil con ellos. Los datos no sirven si no se interpretan, si no se conectan entre sí y, sobre todo, si no se transforman en decisiones concretas. Aquí entra en juego la analítica operativa y el Business Intelligence (BI).
Un restaurante profesional no se gestiona “por sensaciones”. Se gestiona con datos. Y esos datos deben estar organizados, actualizados y enfocados en indicadores clave que respondan a una sola pregunta:
¿Estamos siendo rentables hoy?
KPIs clave para el control de costes
El primer paso para un sistema de control eficaz es definir qué debes medir cada semana. Estos son los indicadores esenciales:
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Coste de materia prima (% sobre ventas)
Es el clásico food cost. Lo ideal es que esté entre un 25% y un 32%, dependiendo del modelo de negocio. Un dato alto indica mala compra, mal escandallo o mala ejecución. -
Coste de personal (% sobre ventas)
Otro gran desangre cuando no se controla. Debería mantenerse entre un 25% y 35%, incluyendo cargas sociales. Subidas abruptas suelen indicar mala planificación de turnos o exceso de personal improductivo. -
Margen bruto por plato
No basta con saber si vendes mucho. Hay que saber cuánto margen te deja cada plato. Ese dato lo da el escandallo + el precio de venta. -
Food cost teórico vs. real
El primero lo da el escandallo. El segundo lo verificas cruzando ventas con inventario. La diferencia muestra si estás perdiendo dinero por ejecución, mermas o errores de servicio. -
Desviación entre compras y consumo
Si compras por valor de 5.000 € y has vendido solo lo equivalente a 3.800 €, algo se está perdiendo. Ese diferencial es una señal de alarma.
Cómo construir un sistema de control basado en datos
Para que los KPIs funcionen, necesitas crear una estructura de seguimiento semanal. El sistema más simple y efectivo incluye:
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Escandallos actualizados por plato
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Registro de ventas detallado por producto y día
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Inventario semanal con precios actualizados
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Registro de compras por categoría y proveedor
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Tablero de análisis con comparativas semanales, tendencias y desviaciones
Esto puede hacerse desde un Excel avanzado hasta una integración con herramientas de BI. Lo importante no es la complejidad, sino la constancia.
Herramientas recomendadas para BI en restauración
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Excel/Google Sheets con dashboards personalizados
Ideal para empezar si no tienes un sistema digitalizado -
Power BI o Looker Studio (antes Data Studio)
Perfecto para consolidar datos de distintos orígenes y visualizar KPIs en tiempo real -
Software de gestión con BI integrado (Gstock, Revo, Last.app)
Soluciones completas para controlar costes, inventario y ventas desde un mismo panel -
BI propio de PURO Hospitality
En nuestros proyectos implantamos una herramienta adaptada al restaurante, con reportes semanales y alertas automáticas sobre márgenes, desviaciones y oportunidades de mejora realizado por cookdata.
Lo importante no es el dato, es qué haces con él
La clave no está en tener un informe bonito, sino en saber qué decisiones tomar a partir de esos datos. ¿Debes subir precios? ¿Cambiar el proveedor? ¿Eliminar un plato? ¿Reestructurar los turnos? La respuesta está en tus números.
El control de costes en restaurantes no es contabilidad: es dirección estratégica basada en datos reales.
10. Caso real: de la intuición al control en 90 días
Uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos como consultores es demostrar que el control de costes no es una teoría, sino una palanca real de rentabilidad. Y que, bien aplicado, puede transformar un restaurante en pocas semanas, sin necesidad de hacer grandes cambios estructurales ni inversiones adicionales.
Este caso, basado en un proyecto real de PURO Hospitality (con datos adaptados por confidencialidad), muestra cómo pasar de la improvisación a la gestión estratégica en tres meses.
Situación inicial: lleno, pero sin margen
Restaurante ubicado en zona turística de alto tránsito, con buena reputación en plataformas, una carta atractiva y un volumen de ventas constante. Sin embargo:
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No existían escandallos actualizados
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No se hacía inventario ni seguimiento semanal
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El personal estaba sobredimensionado en horarios valle
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Las compras se hacían por rutina, sin planificación
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El food cost estimado estaba en torno al 36%, pero sin certeza real
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El propietario no sabía exactamente qué platos eran rentables y cuáles no
Este caso demuestra que aplicar un sistema profesional de control de costes en restaurantes puede transformar por completo la rentabilidad sin sacrificar la esencia del negocio.
En resumen: un restaurante lleno, pero que apenas generaba beneficio neto. Todo el esfuerzo operativo no se traducía en resultados económicos sostenibles.
Intervención de PURO: 3 frentes simultáneos
Durante los primeros 30 días, trabajamos en tres bloques paralelos:
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Escandallos y fichas técnicas completas
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Se escandalló el 100% de la carta con precios actualizados y rendimientos reales
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Se definió margen por plato y se clasificaron por rentabilidad
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Se ajustaron las raciones de dos platos clave sin afectar la percepción del cliente
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Sistema operativo y planificación de compras
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Se reestructuraron los turnos del personal según previsión de ventas
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Se creó una planificación de compras basada en históricos de consumo
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Se consolidaron pedidos semanales y se renegociaron 3 líneas de producto
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Implantación de BI y KPIs semanales
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Inventario semanal digitalizado y cruzado con ventas
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Panel de control con indicadores de margen, desviación y consumo
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Reuniones quincenales para revisión de datos y ajustes operativos
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Resultados tras 90 días
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Reducción del food cost del 36% al 28% sin cambiar proveedores ni productos
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Ajuste de la masa salarial del 34% al 30%, optimizando los turnos (sin despedir personal)
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Incremento del margen neto mensual del 12% al 19%
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Identificación y eliminación de 2 platos con pérdidas directas
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Mejora de la rotación de inventario, con reducción del sobrestock en un 40%
Pero lo más importante: el propietario recuperó el control sobre su negocio. Dejó de improvisar, empezó a delegar con criterio y entendió dónde estaba el beneficio real de su restaurante.
El restaurante no vendía más… pero ganaba más. Y ese es el verdadero objetivo del control de costes en restaurantes.
11. Checklist: ¿estás realmente controlando los costes de tu restaurante?
Puedes tener un buen producto, un gran equipo y clientes satisfechos… y aún así no estar ganando lo que deberías. Aquí tienes una lista de control rápida para evaluar si tu restaurante está trabajando bajo un verdadero sistema de control de costes o simplemente sobreviviendo:
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¿Tienes escandallos completos y actualizados de toda tu carta?
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¿Conoces el margen bruto real de cada plato?
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¿Haces inventario de forma semanal o lo haces “cuando se puede”?
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¿Compras en función de la previsión de ventas o por intuición?
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¿Controlas la merma y el desperdicio semanalmente?
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¿Analizas cada semana el coste real de materia prima y personal?
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¿Tienes precios fijados en base a datos y no solo por “lo que cobra la competencia”?
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¿Has eliminado de tu carta los platos que restan rentabilidad?
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¿Estás utilizando herramientas (BI, Excel, software) para visualizar tus datos?
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¿Puedes tomar decisiones cada semana basadas en indicadores claros?
- En definitiva ¿Tienes implantado un sistema de control de costes en tu restaurante, con seguimiento semanal y revisión de márgenes?
Si has respondido “no” a más de tres de estas preguntas, no estás controlando tus costes: los costes te están controlando a ti.
12. Conclusión: el control de costes no es un recorte, es una forma de dirigir
El control de costes en restaurantes no es una táctica de emergencia ni una práctica reservada a grandes grupos hosteleros. Es una disciplina diaria, integrada en la cocina, en la sala y en la gestión. Es lo que diferencia a los negocios que resisten de los que crecen. A los que trabajan sin parar, de los que trabajan con resultados.
Y lo más importante: no se trata de vender más, sino de ganar más con lo que ya estás haciendo. De transformar tus datos en decisiones. Tus procesos en eficiencia. Tu carta en rentabilidad.
En Puro Hospitality no trabajamos con intuiciones: trabajamos con sistemas que funcionan, adaptados a la realidad de cada restaurante. Por eso desarrollamos modelos propios, herramientas de Business Intelligence y planes de control de costes que generan resultados desde el primer mes.
El control de costes en restaurantes es lo que diferencia a los negocios que sobreviven de los que crecen con estructura, margen y visión estratégica.
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Cuánto factura un restaurante en España
Claves y factores determinantes
La facturación de un restaurante en España cambia mucho. Esto depende de varios factores.Algunos de estos son la ubicación, el tipo de restaurante, su tamaño y cómo se gestiona.
Comprender estos elementos es esencial para evaluar el rendimiento económico y la rentabilidad de un negocio de restauración. En este artículo, analizaremos detalladamente cuánto factura un restaurante en España y los principales factores que influyen en su facturación.
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Factores que influyen en la facturación de un restaurante
La facturación de un restaurante no solo depende de la calidad de la comida o del servicio. Hay muchas variables que pueden afectar los ingresos de manera importante. A continuación, se detallan los principales factores que determinan el porque y cuánto factura un restaurante en España:
1. Ubicación
La ubicación es uno de los factores más determinantes en la facturación de un restaurante. Los negocios en el centro o en áreas turísticas de ciudades grandes como Madrid o Barcelona suelen atraer más clientes. Esto, a su vez, genera más ingresos.
Por el contrario, los restaurantes en áreas rurales o menos transitadas pueden ganar menos dinero. Esto afecta la facturación de un restaurante en comparación con otros en mejores ubicaciones.
2. Tipo de restaurante
El concepto y tipo de cocina que ofrece el restaurante también influyen en la facturación. Por ejemplo, un restaurante de alta cocina o gourmet generalmente tiene un ticket medio más alto que un bar de tapas o una cafetería.
Según datos de 2022, los restaurantes ganan más dinero en promedio. Cada restaurante factura unos 436.000 euros al año de media. En cambio, los bares y cafeterías facturan alrededor de 127.000 euros al año. Esto demuestra que enl sector de la hostelería, la facturación varía enormemente según su categoría.
3. Aforo y rotación de mesas
La capacidad del local y la eficiencia en la rotación de mesas son cruciales. Un mayor aforo permite atender a más clientes al mismo tiempo. Una alta rotación de mesas aumenta el número de servicios por día. Esto incrementa la facturación y determina cuánto gana un restaurante en España cada mes y cada año.
4. Ticket medio
El gasto promedio por cliente, conocido como ticket medio, es un indicador clave. En España, el 51,2% de las personas gasta entre 15 y 30 euros cuando va a un restaurante. Un 24,2% gasta entre 31 y 50 euros.
Aumentar el ticket medio es importante. Se puede lograr con estrategias como la venta sugerida. También se puede incluir productos premium. Esto puede aumentar mucho lo que un restaurante factura en España durante el año.
5. Días de apertura y horarios
La cantidad de días y horas que el restaurante permanece abierto influye directamente en los ingresos. Los establecimientos que abren todos los días y tienen horarios amplios pueden vender más. Esto es diferente a los que tienen horarios más cortos. Esto afecta cuánto gana un restaurante durante el año.
6. Estrategia de marketing y fidelización
Una buena estrategia de marketing puede atraer nuevos clientes y mantener a los que ya tienes. Esto incluye promociones, redes sociales y programas de fidelización. Al hacerlo, puedes aumentar las ventas de tu restaurante y mejorar tu posición frente a la competencia.
Facturación media de los restaurantes en España
La facturación media de los restaurantes en España varía considerablemente según el tipo de establecimiento y otros factores previamente mencionados. A continuación, se presentan algunas estimaciones basadas en datos disponibles:
Restaurantes
Los restaurantes tradicionales tienen una facturación anual entre 360.000€ y 1.2M€, con un ticket medio desde los 25 a los 50 euros por cliente. Este segmento ha experimentado un crecimiento del 18% en ingresos desde 2019, mostrando una evolución en cuánto factura un restaurante en España año tras año. Evidentemente si hablaramos de restaurante de alta gama la facturación esta entre 1,2 M€ y 6 M€.
Bares y cafeterías
Los bares y cafeterías registran una facturación anual entre 240.000€ – 600.000€ , con un ticket medio de entre 7,5€ y 10€. Este sector ha tenido un aumento del 6% en sus ingresos desde 2019.
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Estrategias para aumentar la facturación de un restaurante
Incrementar la facturación de un restaurante requiere la implementación de estrategias efectivas que aborden diferentes aspectos del negocio. A continuación, se detallan algunas recomendaciones para mejorar la media de lo que factura un restaurante en España.
1. Optimización del ticket medio
Mejorar la presentación del menú puede ayudar a vender más. Usar técnicas de upselling y cross-selling también es útil.
Upselling significa vender productos de mayor valor. Cross-selling es vender productos que van bien juntos. Esto puede aumentar el gasto promedio por cliente. Por ejemplo, sugerir vinos que combinen con los platos o promocionar postres especiales puede aumentar el ticket medio.
2. Estrategias de fidelización
Implementar programas de fidelización, como tarjetas de puntos o descuentos, puede atraer a clientes frecuentes. Esto puede aumentar las visitas y la facturación a largo plazo. Así, se mejora cuanto factura un restaurante de manera constante.
3. Aprovechamiento de la digitalización
Usar plataformas de reservas en línea y servicios de entrega a domicilio puede ayudar a los restaurantes. También es importante tener una buena presencia en redes sociales. Esto puede aumentar la base de clientes y las ventas. Así, los restaurantes en España pueden facturar más cada mes.
4. Control de costos y eficiencia operativa
Optimizar la gestión de compras, reducir el desperdicio de alimentos, mantener tu food cost a raya y mejorar la eficiencia del personal puede disminuir los costos operativos, lo que se traduce en una mayor rentabilidad sin necesidad de aumentar los precios.
Ofrecer una propuesta gastronómica única, crear un ambiente agradable y brindar un servicio excepcional puede atraer a más clientes y fomentar recomendaciones, incrementando así la facturación en comparación con negocios similares.
Facturación vs. Rentabilidad: ¿Qué es más importante?
Si bien la facturación es un indicador clave del éxito de un restaurante, la rentabilidad es aún más importante. Un restaurante puede facturar grandes cantidades de dinero, pero si sus costos son demasiado altos o su margen de beneficio es reducido, la rentabilidad se verá comprometida. No se trata solo de vender más, sino de ganar más por cada venta. ¿por lo que la pregunta correcta no seria cuanto factura un restaurante en España sino cuanto es de rentable un restaurante en España.
¿Por qué la rentabilidad es más importante que la facturación?
- Optimización de costos: Reducir el desperdicio, negociar mejores precios con proveedores y mejorar la eficiencia operativa pueden aumentar los beneficios sin necesidad de aumentar la facturación.
- Mayor estabilidad financiera: Un restaurante con una alta facturación pero bajos márgenes puede enfrentar dificultades en tiempos de crisis. La rentabilidad garantiza sostenibilidad.
- Control de precios estratégicos: Un restaurante rentable no necesita bajar sus precios para competir, sino que optimiza sus costos y mejora su propuesta de valor.
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¿Cómo mejorar la rentabilidad de un restaurante?
- Gestión eficiente de costos: Monitorear constantemente los costos de materia prima, personal y operativos para asegurarse de que no se coman los beneficios.
- Optimización del menú: Incluir platos rentables que utilicen ingredientes comunes para reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia en la cocina.
- Automatización y digitalización: Utilizar herramientas digitales para optimizar la gestión de reservas, compras y control de stock.
- Capacitación del personal: Un equipo eficiente que sabe vender mejor y gestiona mejor los recursos contribuye directamente a la rentabilidad.
Conclusión: Importancia del análisis de facturación y rentabilidad
Conocer cuánto factura un restaurante en España es fundamental para entender su viabilidad y éxito si pretendes abrir un negocio de hostelería. Sin embargo, la clave no está solo en generar ingresos altos, sino en asegurarse de que la rentabilidad sea óptima. La combinación de una buena gestión operativa, una estrategia de marketing eficiente y un control financiero adecuado permite maximizar ingresos y garantizar la sostenibilidad del negocio.
En Puro Hospitality, somos expertos en el análisis y optimización de la rentabilidad de restaurantes. Si deseas mejorar la facturación en tu establecimiento y, sobre todo, aumentar su rentabilidad, contáctanos aqui y llevemos tu negocio al siguiente nivel.

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Menu Engineering: indispensable para tu restaurante
Introducción
El menú es mucho más que una lista de platos: es una herramienta estratégica para maximizar la rentabilidad de un restaurante. Por ejemplo, una pizza artesanal es un plato popular.
Si se muestra en un lugar destacado del menú, puede atraer más atención. Si se acompaña de ingredientes baratos pero valorados, puede aumentar las ganancias. Esto se debe a que incentiva su venta.
Con la técnica de Menu Engineering o ingeniería de menús, los restauradores pueden mejorar su oferta. Pueden resaltar los platos más rentables y populares. Al mismo tiempo, minimizan el impacto de los que no generan valor. En este blog, exploraremos qué es el Menu Engineering, cómo implementarlo y por qué es esencial para el éxito de tu restaurante.
¿Qué es el Menu Engineering?
El Menu Engineering es una estrategia basada en datos que analiza la rentabilidad y la popularidad de cada plato del menú. Por ejemplo, una hamburguesa gourmet con ingredientes de calidad puede ser un "Plato Estrella". Esto sucede si tiene mucha demanda y genera buenas ganancias.
En cambio, una ensalada que se pide poco y es cara podría ser un "Plato Perro". Este análisis permite clasificar los platos en cuatro categorías clave:
- Platos Estrella: Son populares y altamente rentables. Representan el corazón del menú y deben ser destacados.
- Platos Caballo de Batalla: Son populares pero menos rentables. Aunque generan volumen, necesitan ajustes para aumentar su margen.
- Platos Puzzle: Tienen alta rentabilidad pero baja popularidad. Estos platos necesitan estrategias para captar más atención.
- Platos Perro: Son poco rentables y poco populares. En muchos casos, es mejor eliminarlos del menú.
Esta clasificación se basa en un enfoque parecido al de la Matriz Boston Consulting Group (BCG). Organiza productos o servicios según su cuota de mercado y su crecimiento. Los "Platos Estrella" equivalen a los productos estrella de la matriz BCG, mientras que los "Platos Perro" representan los elementos menos rentables y con menor crecimiento.
¿Cómo se realiza un análisis de Menu Engineering?
Paso 1: Recopilación de datos
El primer paso es reunir información clave:
- Ventas de cada plato.
- Coste de elaboración (escandallo).
- Precio de venta al público.
Paso 2: Cálculo de métricas clave
Con los datos recopilados, se calculan dos indicadores fundamentales:
- Margen de contribución: Diferencia entre el precio de venta y el coste del plato.
- Popularidad relativa: Porcentaje de ventas totales que representa cada plato.
Paso 3: Clasificación de los platos
Con las métricas anteriores, se ubica cada plato en una de las cuatro categorías de la ingeniería de menús (Estrella, Caballo de Batalla, Puzzle o Perro). Imagina un gráfico de dos ejes: en el eje horizontal se mide la popularidad y en el vertical la rentabilidad. Los "Platos Estrella" estarían en la esquina superior derecha, mientras que los "Platos Perro" ocuparían la inferior izquierda.
Este tipo de visual ayuda a identificar rápidamente dónde se encuentran los platos en el menú. Esto permite identificar dónde enfocar los esfuerzos.
Estrategias según las categorías del menú
- Platos Estrella:
- Destácalos visualmente en el menú.
- Entrena al personal para recomendarlos activamente.
- Mantén la calidad constante.
- Platos Caballo de Batalla:
- Busca formas de reducir los costes sin comprometer la calidad.
- Considera aumentar ligeramente su precio si el mercado lo permite.
- Platos Puzzle:
- Mejora su descripción en el menú para captar más atención.
- Usa promociones o estrategias de marketing para aumentar su popularidad.
- Platos Perro:
- Evalúa su eliminación del menú.
- Si tienen valor estratégico (por ejemplo, para completar la oferta), rediseñalos para mejorar su atractivo o rentabilidad.
El papel del diseño en el Menu Engineering
El diseño del menú es crucial para influir en las decisiones de los clientes. Algunos consejos clave incluyen:
- Jerarquía visual: Ubica los platos estrella en zonas de alta visibilidad.
- Uso de colores y fuentes: Destaca los platos rentables con diseños llamativos pero elegantes.
- Neuromarketing: Usa descripciones que evoquen emociones y resalten el valor del plato.
Beneficios del Menu Engineering
Implementar el Menu Engineering tiene muchos beneficios. Por ejemplo, un restaurante que usó esta técnica aumentó sus ganancias en un 20 % en tres meses.
Al analizar sus platos, destacaron un postre que era popular pero de baja rentabilidad. Con pequeños cambios en la receta y una mejor presentación, el plato se convirtió en un "Plato Estrella". Esto generó más ingresos sin afectar su popularidad.
- Incremento de la rentabilidad: Se promueven los platos con mejores márgenes.
- Reducción de desperdicios: Al eliminar o ajustar platos poco populares.
- Mejor experiencia del cliente: Un menú bien diseñado facilita la elección y mejora la percepción del restaurante.
Herramientas y recursos para implementar Menu Engineering
Existen diversas herramientas que facilitan este análisis, como sistemas POS (Point of Sale) y hojas de cálculo avanzadas. Entre los sistemas POS más populares se encuentra Agora, que permiten rastrear ventas y analizar datos en tiempo real. Además, herramientas como Excel o Google Sheets, junto con software especializado como cookdata, son ideales para realizar análisis detallados. Además, algunas consultoras especializadas en hostelería, como Puro Hospitality, ofrecen servicios personalizados para implementar estrategias de Menu Engineering de manera eficiente.
Conclusión
El Menu Engineering no solo ayuda a aumentar las ganancias. También mejora la experiencia del cliente y te hace destacar frente a la competencia. En un sector tan competitivo como la restauración, adoptar este enfoque puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento.
¿Quieres aplicar el Menu Engineering en tu restaurante? En Puro Hospitality te ayudamos a diseñar un menú que venda más y cueste menos. Contáctanos hoy mismo para una consulta personalizada.
Cómo hacer un escandallo paso a paso
En Puro Hospitality llevamos años ayudando a restaurantes a profesionalizar su gestión y a escalar su rentabilidad con metodologías propias como F.O.G.S.E.M.® y G.R.A.C.E.®. Una de las herramientas más decisivas para lograrlo es el escandallo: el cálculo detallado del coste real de cada plato.
La mayoría de los restaurantes cocinan bien, pero muchos desconocen si sus precios cubren los costes. El resultado: trabajan sin rentabilidad real. Un escandallo no es un simple Excel con ingredientes, sino una ficha técnica estratégica que define si un restaurante gana dinero o pierde sin darse cuenta.
¿Qué es un escandallo?
Un escandallo es el cálculo técnico del coste real de un plato. Se trata de una ficha detallada donde se especifica:
-
Todos los ingredientes del plato.
-
Coste unitario por gramo, ml o unidad.
-
Rendimiento real y mermas en la manipulación o cocinado.
-
Coste total neto por ración (sin IVA).
A partir de este cálculo se determina el precio de venta ideal, aplicando un margen de beneficio coherente con la estrategia del restaurante.
En Puro Hospitality lo decimos claro: sin escandallos, el control de costes es intuición; con escandallos, cada plato se convierte en un activo rentable y controlado.

¿Para qué sirve un escandallo?
💡 Ventajas de hacer escandallos de forma sistemática:
Beneficio | Por qué es importante |
---|---|
Conocer el coste exacto de cada plato | Permite medir rentabilidad real y evitar pérdidas ocultas. |
Fijar precios de venta rentables | Garantiza que cada plato cubre costes y deja margen de beneficio. |
Controlar el uso de ingredientes | Reduce desperdicio y mejora la consistencia de las raciones. |
Optimizar compras | Evita roturas de stock y reduce costes de materia prima. |
Diseñar una carta estratégica | Permite equilibrar popularidad y rentabilidad de cada plato. |
Según los datos recogidos por Caixabank sobre la Hostelería de España (2024), el food cost medio recomendable se sitúa entre el 28 % y el 35 % de la facturación. El escandallo es la única herramienta que garantiza cumplir esta regla de oro.
En uno de nuestros proyectos en Cadiz, un restaurante de cocina mediterránea pasó de un food cost del 42 % a un 29 % en solo 4 meses tras implantar un sistema de escandallos bien estructurado. La diferencia se tradujo en más de 70.000 € de ahorro anual.
Cómo hacer un escandallo
El escandallo es mucho más que una lista de ingredientes con precios. Es una herramienta técnica que te permite calcular con precisión cuánto cuesta elaborar cada plato y cuánto deberías cobrar para obtener una rentabilidad realista. A continuación, te explico paso a paso cómo hacer un escandallo desde cero, aplicable a cualquier receta, tipo de cocina o modelo de negocio.
Paso 1: Identificar todos los ingredientes del plato
Comienza por desglosar cada componente del plato, desde los ingredientes principales hasta los más pequeños. No subestimes ningún elemento: especias, aceites, salsas, guarniciones o incluso el pan que acompaña deben incluirse en el escandallo. Este nivel de detalle es crucial para tener una visión real del coste.
Por ejemplo, para una pizza margarita, debes incluir:
💡 Paso 1 · Identificar los ingredientes: lista todos los componentes del plato, incluso los pequeños (aceite, especias, guarniciones). Aquí un ejemplo para una Pizza Margarita:
Ingrediente | Cantidad | Nota |
---|---|---|
Masa de pizza | 1 unidad | Base ya preparada o casera, incluye harina, agua, levadura, sal |
Tomate triturado | 150 g | Puedes usar fresco o en conserva |
Mozzarella | 100 g | Idealmente mozzarella de buena calidad |
Albahaca fresca | 5 g | Hojas frescas, no secas |
Aceite de oliva | 10 ml | Usa AOVE para mejor sabor |
Haz esto con cada plato de tu carta. Si la receta tiene elementos que se preparan previamente (como una salsa casera), también escandalla esa elaboración por separado.
Paso 2: Calcular el coste unitario de cada ingrediente
Toma el precio de compra de cada ingrediente (sin IVA) y divídelo entre la cantidad total que contiene el envase o unidad de compra. Así sabrás cuánto cuesta realmente cada gramo, mililitro o unidad.
💡 Ejemplo de cálculo del coste unitario: así es como se obtiene el precio exacto por ración usando el tomate triturado.
Paso | Cálculo | Resultado |
---|---|---|
1️⃣ Precio total del envase | Una lata de 3 kg cuesta | 3,50 € |
2️⃣ Coste por gramo | 3,50 € ÷ 3.000 g | 0,00117 €/g |
3️⃣ Cantidad usada en la receta | 150 g x 0,00117 €/g | 0,18 € |
✅ Conclusión: el coste del tomate triturado en este plato es de 0,18 € por ración.
Este paso es fundamental para conocer el coste real de cada ingrediente según la cantidad exacta que usas en cada ración.
Paso 3: Aplicar el rendimiento y la merma
No todos los productos se utilizan al 100 %. Algunos ingredientes pierden peso al pelarse, limpiarse o cocinarse. Por eso, necesitas calcular el rendimiento real.
Ejemplo de cálculo de coste real con merma:
Paso | Cálculo | Resultado |
---|---|---|
1️⃣ Precio de compra | 1 kg de carne | 10 € |
2️⃣ Rendimiento tras limpiar | Peso aprovechable | 800 g |
3️⃣ Cálculo del coste real | 10 € ÷ 800 g | 0,0125 €/g |
Conclusión: el coste real por gramo útil es 0,0125 €/g. Este valor es el que debes usar en tu escandallo.
Ignorar estas pérdidas lleva a subestimar el coste y afecta directamente a tus márgenes. Por eso, el rendimiento debe estar documentado en todas tus fichas técnicas.
Paso 4: Sumar el coste total del plato
Una vez tengas el coste unitario de cada ingrediente ajustado al rendimiento real, suma todos los valores. El resultado es el coste total de elaboración del plato, sin IVA.
Ejemplo para la pizza margarita:
Resumen de costes por ingrediente (Pizza Margarita):
Ingrediente | Coste (€) |
---|---|
Masa | 2,30 € |
Tomate | 0,18 € |
Mozzarella | 0,40 € |
Albahaca | 0,05 € |
Aceite de oliva | 0,03 € |
TOTAL | 2,96 € |
Conclusión: el coste total de materia prima por ración es 2,96 €.
Este es el coste directo de materia prima por ración. Aún no incluye mano de obra ni costes indirectos (gas, electricidad, etc.), aunque podrías tenerlos en cuenta en una versión ampliada del escandallo.
Paso 5: Calcular el precio de venta
Una vez conocido el coste total del plato, puedes definir el precio de venta aplicando un margen de beneficio adecuado.
La fórmula básica es:
Precio de venta = Coste del plato / (1 – Margen deseado)
Ejemplo de cálculo del precio de venta:
Paso | Cálculo | Resultado |
---|---|---|
1️⃣ Coste del plato | Coste total de materia prima | 2,96 € |
2️⃣ Aplicar margen | 2,96 € ÷ (1 – 0,70) | 9,87 € |
3️⃣ Precio final al público | 9,87 € + IVA (10%) | 10,86 € |
Conclusión: el precio de venta recomendado sería 10,86 € (IVA incluido).
Este paso es clave para asegurar que cada plato deja una ganancia real y no solo “sensación” de rentabilidad.
Errores comunes al hacer un escandallo
Aunque el escandallo es una herramienta relativamente sencilla, muchos negocios de hostelería cometen errores que terminan afectando seriamente su rentabilidad. A continuación, te comparto los fallos más habituales al calcular los costes de un plato, para que puedas evitarlos desde el principio sabiendo como hacer un escandallo de manera profesional.
No tener en cuenta las mermas reales
Uno de los errores más comunes al empezar a aprender a como hacer hacer el escandallo de una receta es asumir que todos los ingredientes se usan al 100 %. Sin embargo, en la práctica, hay pérdidas inevitables: pieles, huesos, grasa, evaporación, etc. Si no calculas el rendimiento real de cada ingrediente, el coste del plato estará subestimado y acabarás perdiendo margen sin darte cuenta.
Utilizar precios con IVA
El escandallo debe reflejar el coste neto de los ingredientes, es decir, sin IVA. Este impuesto no forma parte del coste operativo del plato, ya que se repercute directamente al cliente. Si incluyes el IVA en tus cálculos, estarás inflando el coste y distorsionando los márgenes de beneficio, lo que puede llevarte a fijar precios erróneos.
No actualizar los precios con frecuencia
Los costes de materia prima cambian constantemente: suben los precios del aceite, bajan los de la verdura, cambian los proveedores… Si no revisas y actualizas tus escandallos al menos una vez al mes, estarás trabajando con datos obsoletos. Esto es especialmente peligroso si tu restaurante opera con márgenes ajustados.
Ignorar ingredientes menores o de bajo coste
Muchas veces se omiten ingredientes como especias, aceite para la sartén, pan de acompañamiento o pequeños toppings. Aunque parezcan insignificantes, estos elementos suman en el conjunto del plato. Ignorarlos puede parecer inofensivo, pero a gran escala y con volumen de clientes, el impacto económico es real.
Fijar precios sin aplicar un margen coherente
Un error clásico es calcular el coste de un plato correctamente… pero luego fijar el precio de venta “a ojo”, sin aplicar un margen técnico. El escandallo debe usarse como base para definir el precio final utilizando una fórmula con un margen objetivo, generalmente entre el 65 % y el 75 % en restauración. Sin ese margen, no puedes garantizar que el plato sea rentable.
Copiar escandallos de otros platos o menús
Cada plato debe tener su propio escandallo individual. Copiar fórmulas de otros productos, aunque parezcan similares, puede llevar a errores importantes, sobre todo si los ingredientes varían ligeramente, cambian los gramajes o hay nuevas mermas. Personaliza y revisa cada ficha técnica.
Uno de los errores más frecuentes al aprender cómo hacer un escandallo es ignorar estos pequeños detalles que, acumulados, marcan una gran diferencia. Estos fallos, aunque parezcan menores, tienen un impacto directo en la rentabilidad del negocio y en la sostenibilidad de tu cocina.
Por eso, si estás dando tus primeros pasos en la gestión de costes, te recomendamos seguir un método estructurado y utilizar plantillas o herramientas profesionales para evitar errores comunes desde el inicio.
📊 Según un informe de KPMG (2024), el 90 % de restaurantes independientes en España no actualiza sus escandallos más de una vez al año, lo que los expone directamente a trabajar sin margen real.
Cómo optimizar tu sistema de escandallos
Una vez implementados, el valor está en optimizar:
Acción | Objetivo |
---|---|
Reaprovecha ingredientes | Convierte recortes de verdura en caldos o pan del día anterior en guarniciones y documenta estos reaprovechamientos en tus fichas técnicas. |
Reduce y enfoca tu carta | Menos platos = más control de compras. Una carta corta aumenta la rentabilidad. |
Forma a tu equipo | Cada cocinero debe seguir las fichas técnicas al gramo. La disciplina es tan importante como la técnica. |
Escandalla todos los platos | Incluye entrantes, postres y menús del día. Suelen ocultar fugas de margen importantes. |
Revisa precios mensualmente | Los costes de mercado cambian constantemente. Un escandallo desactualizado es peor que no tener ninguno. |
Digitaliza el proceso | Usa BI, plantillas o software especializado para ahorrar tiempo y reducir errores. |
En un restaurante de Malaga que asesoramos, la digitalización del sistema de escandallos permitió reducir en 12 horas semanales el trabajo del chef ejecutivo, liberando tiempo para creatividad y liderazgo.
Ventajas de escandallar correctamente
Implementar un sistema de escandallos sólido ofrece beneficios inmediatos y a largo plazo:
Beneficio | Impacto |
---|---|
Control económico preciso | Conoces el coste exacto por plato. |
Menos desperdicio, más eficiencia | Ahorros directos en materia prima. |
Rentabilidad asegurada | Márgenes medibles en cada servicio. |
Mejor planificación de compras | Stock optimizado y sin roturas. |
Profesionalización del equipo | Estándares claros y consistencia. |
Escalabilidad | Un restaurante que escandalla bien puede abrir más locales con seguridad. |
Escandallar correctamente no es solo una práctica de control de costes. Es una forma de gestionar tu cocina con datos, de asegurar rentabilidad a largo plazo y de construir un negocio gastronómico sostenible y escalable.
Preguntas frecuentes sobre el escandallo en restaurantes
1. ¿Cada cuánto se debe actualizar un escandallo?
Lo ideal es revisarlo cada mes o, como mínimo, cada trimestre. Los precios de materias primas cambian constantemente, y un escandallo desactualizado te da una falsa sensación de control.
2. ¿El escandallo incluye el IVA?
No. El escandallo debe hacerse siempre con precios netos (sin IVA), ya que este impuesto se repercute directamente al cliente y no forma parte del coste real de la materia prima.
3. ¿Hay que escandallar absolutamente todos los platos?
Sí. Entrantes, guarniciones, postres, menús del día… Cada preparación debe tener su ficha técnica. Incluso los acompañamientos que parecen “menores” pueden acumular miles de euros de coste anual si no se controlan.
4. ¿Cómo se tienen en cuenta las mermas?
Cada ingrediente tiene un rendimiento real. Ejemplo: un kilo de carne puede dejar solo 800 g útiles tras limpiar grasa y huesos. El escandallo debe calcularse siempre sobre el producto aprovechable, no sobre el bruto.
5. ¿Qué margen de beneficio debo aplicar a mis platos?
En restauración, lo habitual es trabajar con un margen bruto del 65 % al 75 %. Esto asegura cubrir los costes de personal, estructura y obtener rentabilidad.
6. ¿Puedo incluir mano de obra y costes indirectos en el escandallo?
El escandallo tradicional calcula solo materia prima. Sin embargo, cada vez más restaurantes añaden mano de obra y costes indirectos para tener una visión más realista. En Puro Hospitality recomendamos hacerlo al menos en platos clave o de alto volumen.
7. ¿Qué herramientas puedo usar para escandallar?
Puedes empezar con una hoja de Excel o Google Sheets, pero lo ideal es un software de gestión gastronómica conectado a proveedores y TPV.
8. ¿Por qué muchos restaurantes no hacen escandallos?
Por desconocimiento o por creer que “lleva demasiado tiempo”. En realidad, el tiempo invertido se recupera rápido: un sistema de escandallos puede ahorrar entre un 10 % y un 20 % en costes el primer año.
Conclusión
Escandallar no es opcional, es la base de un restaurante rentable. No basta con hacerlo una vez: hay que revisarlo, ajustarlo y aplicarlo como un sistema vivo de control.
En Puro Hospitality hemos comprobado que los restaurantes que implantan un sistema de escandallos profesional aumentan su rentabilidad entre un 20 % y un 30 % en el primer año.
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En **Puro Hospitality**, sabemos que gestionar los costes correctamente es la base de un restaurante exitoso. Si necesitas implementar un sistema de escandallos eficiente o buscas obtener la maxima rentabilidad de tu menú, somos tu consultora gastronómica.
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